Torme, en la antigüedad, estuvo fuertemente defendido, como lo demuestran los edificios de los que se tienen noticias y entre los que podemos destacar los siguientes:

Las torres de los Torres. De las citadas torres ya se tienen noticias en el siglo XIV. Eran las torres de los Torres un recinto fortificado de 37 metros de lado por otros 36 metros. Los vértices de este cuadrado casi perfecto lo formaban cuatro torres unidas entre sí por otras edificaciones mas bajas, quedando en su interior un amplio patio de armas.

Estas torres tenían agregada, en su parte suroeste, la ermita de la Virgen de la Lera, a la que al mencionar las ermitas existentes en su día en Torme se ha hecho mención. Estas torres desaparecieron en su totalidad, al igual que la referida ermita, en la primera mitad del siglo XX. En la actualidad solo quedan de ellas algunas antiguas fotografías, el lugar que ocuparon y un montón de piedras.

La torre de los Velasco. Construida en fecha posterior a las de los Torres, pero sin duda anterior al siglo XV, se levantaba la torre de los Velasco, de la que se tienen numerosas noticias en diversas ocasiones de su situación, entorno y conservación. Esta torre desapareció a finales del siglo XIX, para construirse, en su lugar, una de las actuales viviendas.

El Palacio de los López Salazar. Por haber llegado hasta nuestros días, merece especial atención el palacio conocido como de los López Salazar, después habitado por los Salinas Varona.

 "El Palacio", como así se le denomina en el pueblo de Torme, fue construido en dos épocas, como su fachada indica, y finalizado en el siglo XVI. Tiene este edificio una bella fachada en la que destacan hermosas ventanas renacentistas, y los escudos de quienes fueron sus primeros moradores.

Su conservación fue relativamente aceptable hasta mediados del siglo XX, ya que hasta esa época estuvo arrendado y habilitado como casa de labranza y fragua, decayendo rápidamente, a partir de su abandono, llegando a un estado de total ruina, agravado por un incendio ocurrido en él en el último tercio de ese siglo.

En la actualidad, aunque faltan algunas de las primitivas dependencias, podemos observar su bella construcción al hallarse totalmente restaurado, gracias a la labor realizada en él por sus nuevos propietarios al comienzo de este siglo XXI.